Tres hoteles boutique de Formentera
Que Formentera siga siendo uno de los últimos paraísos del Mediterráneo se debe en buena parte a la restricción existente en la isla en torno a la construcción de nuevos establecimientos hoteleros. Dado el pequeño tamaño de la isla, que no llega a los 85 kilómetros cuadrados, esta política ha evitado la saturación de plazas y viviendas. Dentro de su contenida oferta de alojamiento, te recomendamos que reserves en los siguientes tres hoteles boutique, sobre todo si buscas un oasis donde olvidarte de las rutinas del día a día.
1. Es Marés
Abierto en Sant Francesc Xavier, la ausencia de vistas al mar o al campo formenterense lo suple con 18 lujosas estancias decoradas con mucho gusto, donde además tendrás a tu disposición carta de almohadas, equipo de sonido y reproductor de iPhone. Sus instalaciones incluyen piscina y una spa donde ofertan un completo menú de tratamientos.
Sus villas y habitaciones dobles se encuentran dispersas entre pinares, cerca de El Pilar de la Mola y a pocos metros del mar. Podrás hacer deporte en su pequeño gimnasio al aire libre o tumbarte a leer en sus camas balinesas con vistas al mar. La mejor opción si vas en escapada romántica. Seguro que te cuesta volver a casa.
Situado a pie de playa, en el arenal de Migjorn, será tu hotel si buscas algo de ambiente nocturno, pero sin renunciar a la postal formenterense de playas vírgenes con aguas turquesas, dunas y pinares. Cuenta con 30 habitaciones dobles y familiares y sus instalaciones incluyen una fabulosa piscina con vistas al mar y varias camas balinesas donde olvidarse del mundo. Imprescindible reservar con tiempo.
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